Energía

¿Instalación monofásica o trifásica? ¿Cuál tienes?

¿Sabes qué es una instalación monofásica y trifásica? ¿En qué se diferencian? ¿Cuál de las dos es más recomendable? ¿Influye el tipo de instalación eléctrica en la factura de la luz ? Es posible que alguna vez te hayas topado con estos términos o que te hayas preguntado por el tipo de instalación eléctrica que tiene tu edificio, ya sea vivienda o local comercial.

En Plenitude queremos responder a todas tus preguntas para ayudarte a identificar cuál es la mejor opción para ti.

Diferencias entre una instalación monofásica y trifásica

Podemos clasificar los sistemas eléctricos en función del número de conductores que se utilizan para transportar la electricidad. La corriente alterna, que es la corriente que fluye por las líneas eléctricas de las casas o los enchufes de la pared, se distingue entre instalaciones monofásicas y trifásicas.

Instalación monofásica: ¿qué es?

Nos referimos a instalación eléctrica monofásica como un sistema en el que la corriente eléctrica fluye a través de un único conductor o fase. Las instalaciones monofásicas están mayormente presentes en viviendas y locales comerciales con requerimientos bajos o moderados de energía. En este tipo de instalación eléctrica, la tensión va de 220 a 230 voltios.

¿Cuándo es recomendable una instalación monofásica?

  • En viviendas residenciales con necesidades eléctricas normales. Puedes calcular la demanda eléctrica de tu hogar si sumas todos los kW que necesitan los electrodomésticos. En España, la potencia eléctrica media se encuentra entre los 2,45 kW y los 4,6 kW. Como ves, estas cifras siguen siendo muy inferiores al límite de potencia de la instalación monofásica, que se establece en 13,86 kW para los 220 voltios y de 14,49 para los 230 voltios.
  • Pequeños negocios. 
  • Generalmente cualquier edificio, complejo, planta industrial o local comercial, entre otros en el que los dispositivos eléctricos no necesiten una potencia mayor que 13,86 kW.
  • En lugares donde la prioridad es el ahorro energético.

Instalación trifásica: ¿qué es?

La instalación trifásica es un sistema de distribución eléctrica que consta de tres fases con tres corrientes alternas. Normalmente, la tensión de la instalación trifásica se establece entre los 380 y los 400 voltios por lo que la potencia eléctrica contratada para las instalaciones trifásicas parte de los 15 kW.

No obstante, no es necesario contar con una potencia tan elevada para disponer de instalación trifásica. Este tipo de instalación está pensado generalmente para lugares con consumos elevados de energía.

¿Cuándo es recomendable la instalación trifásica?

  • Plantas industriales
  • Edificios o viviendas con una alta demanda de energía, donde la suma de la demanda eléctrica de todos los aparatos sea superior a los 13,86 kW.
  • Si el equipamiento eléctrico es de 380 o 400 voltios.
  • Casas de campo o edificios alejados del punto de conexión de la distribuidora eléctrica más cercana.

 

¿Cómo saber si mi instalación es monofásica o trifásica?

Una vez que hemos descrito las características de la instalación monofásica y trifásica, vamos a ayudarte a identificar cuál tienes en tu hogar o local comercial. Te damos dos métodos muy sencillos para averiguarlo.

El primero consiste en revisar el aspecto de los ICP (Interruptor de Control de Potencia) en el cuadro eléctrico de tu vivienda. Suele estar ubicado al lado de la puerta principal. Si estos interruptores son dobles, la instalación es monofásica. En cambio, si son triples, la instalación es trifásica.

Otra forma de comprobar el tipo de instalación es consultando una factura de la luz. Si en ella se indica que la tensión de tu suministro de luz se sitúa entre 220 y 230 voltios, sabrás que se trata de una instalación monofásica. Sin embargo, si se encuentra entre los 380 y 400 voltios, significa que tu instalación eléctrica es trifásica.

Diferencias entre corriente monofásica y trifásica

En el siguiente cuadro podemos observar a simple vista las principales diferencias entre monofásica y trifásica:

CORRIENTE MONOFÁSICA

CORRIENTE TRIFÁSICA

Una única fase y una corriente alterna

Tres fases y tres corrientes alternas diferentes

Viviendas residenciales y pequeños comercios

Plantas industriales o comercios

Uso doméstico

Edificaciones con alta demanda de energía

220 o 230 voltios

380 o 400 voltios

Dispositivos eléctricos domésticos

Equipamiento industrial

Menor consumo energético

Elevado consumo energético

Potencia hasta 13,56 kW

Potencia mayor de 15 kW

¿Cómo pasar de una instalación trifásica a monofásica?

En primer lugar, debes saber que es posible cambiar el tipo de instalación eléctrica de tu vivienda. Si tu inmueble consta de una instalación trifásica, pero este no necesita una potencia contratada mayor de 13,86 kW, lo recomendable es cambiar a una instalación monofásica. Esto se reflejará en una factura de luz más baja.

Aunque el cambio de instalación de trifásica a monofásica no es complicado, debes tener en cuenta que el trámite conlleva una serie de costes asociados. Para realizar el cambio, lo primero será comprobar que no tienes ningún aparato eléctrico que necesite una tensión de 400 voltios ya que, al pasar a monofásico, estos dejarían de funcionar.

Una vez hecho esto y realizada la solicitud, un técnico autorizado se encargará de modificar la instalación eléctrica con un contador monofásico. Estos cambios se reflejarán en un nuevo boletín eléctrico o Certificado de Instalación Eléctrica (CIE) que se emitirá una vez hecha la nueva instalación.

¿Y de monofásica a trifásica?

Si por el contrario quieres pasar de una instalación monofásica a una trifásica, deberás asegurarte de que tu inmueble realmente requiera una alta demanda de energía que necesite ser suministrada por este tipo de instalación. Una vez hecho esto, deberás solicitar el cambio a tu distribuidora eléctrica, que pondrá a tu disposición a unos profesionales homologados.

Estos se encargarán de evaluar la situación, aplicar la nueva instalación y certificar el cambio. Este proceso también supondrá una serie de costes que deberás tener en cuenta, además de un posible aumento en el gasto de tu factura eléctrica.

¿Cuánto puedo ahorrar adaptando mi potencia contratada?

Ahora que conoces más sobre las diferencias entre una instalación monofásica y trifásica y sus características, podrás tomar mejor las decisiones para reducir tu consumo de energía y ahorrar en tu factura de  la luz.

Si quieres ahorrar adaptando tu potencia, primero deberás identificar cuál es tu tipo de instalación y evaluar las necesidades energéticas de los aparatos eléctricos. En función de esto, deberás tener en cuenta que:

  • si contratas más potencia de la necesaria pagarás de más en tu factura cada mes
  • Por el contrario, si contratas menos potencia ahorrarás en el recibo, pero es posible que sufras cortes de luz cada vez que se sobrepase la potencia contratada.

 

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